El mapa de la legalización de las apuestas en Brasil 2023
Con la salida de Jair Bolsonaro del poder y el regreso del PT de Lula Da Silva, las perspectivas de una legalización de la industria del juego mejoran en Brasil. Un hombre cercano a la administración entrante anunció que el gobierno espera tomar medidas en el corto plazo para empezar a gravar el sector y destinar esos fondos a educación.
Palabras a favor de la reglamentación del juego
Brasil es uno de los pocos países de América Latina donde todavía pesa una prohibición total y obsoleta sobre todo tipo de apuestas y juegos de azar. A pesar de ser un país donde el sector mueve fortunas de manera informal, ningún gobierno desde hace 80 años propuso una regulación. Ahora, con el regreso de Lula Da Silva al Poder Ejecutivo, podría cambiar el escenario.
El gobierno de Michel Temer había dictado un protocolo de juegos de azar que debía ser puesto en marcha en un plazo máximo de dos años. No obstante, el ex presidente Jair Bolsonaro dejó vencer ese tiempo límite y no tomó cartas en el asunto. Bolsonaro se declaró en contra de los juegos de azar en repetidas ocasiones, hasta llegar a declarar que los vetaría por decreto si llegaban a aprobarse en las cámaras parlamentarias.
Tras la victoria del PT en las elecciones, la industria del juego tiene más chances que nunca de encontrar una normativa que la regule. Uno de los hombres fuertes de la administración, Edinho Silva, se expresó públicamente sobre el tema, diciendo que era hora de que el sector recibiera un tratamiento fiscal. Con los impuestos por las sumas que mueven las casas de apuestas, que han llegado a su récord histórico, se podría beneficiar de manera directa y significativa a áreas clave de la administración pública como la educación.
Silva fue ministro de Comunicaciones entre 2015 y 2016. Actualmente se desempeña como alcalde de Araraquara y forma parte del comité de transición entre los dos gobiernos. En ese marco anunció que la legalización del juego está muy presente en el panorama legislativo. Además Silva está señalado como uno de los candidatos a asumir en la Secretaría Especial de Comunicación Social del gobierno.
Una veda que ha cumplido su plazo
Los juegos de azar y apuestas están mayormente prohibidos en Brasil desde el año 1946 por decisión del presidente de aquel entonces, Eurico Gaspar Dutra, quien tenía una fortísima influencia del conservadurismo católico. Desde entonces no ha habido una revisión del asunto, pese a que en el país funcionan de hecho numerosas industrias. Entre ellas, el tradicional jogo do bicho, la famosa lotería de animales que llega a un público masivo y mueve fortunas.
A pesar de la inacción general, la reactivación de la industria del juego ha estado presente en el discurso político durante décadas. El intenso lobby del sector del turismo y del entretenimiento chocó con una dura resistencia conservadora. En el mandato del ex presidente Bolsonaro, esta negativa a abrirle las puertas al negocio se enfatizó aun más, con discusiones mediáticas subidas de tono.
Tanto fue así que la legalización del juego fue uno de los temas que se trató en la campaña electoral por parte de los dos grandes partidos. El PT, vencedor en las elecciones, se comprometió a fiscalizar la industria para no dejar huir más capitales y regular la situación. Los impuestos de juego podría representar cifras estratosféricas que impulsarían la acción del Estado.
Apuestas: la fuerza de una tradición
Con veda y todo, el pueblo brasileño nunca resignó sus hábitos y los juegos de azar no desaparecieron de las actividades sociales. La cima de este proceso parece ser el momento actual, en el que las apuestas deportivas han llegado a su pico. De hecho, Brasil es el país con más visitas a este tipo de sitios en todo el mundo.
El país representa la economía más grande de América Latina y las empresas de juego no están dispuestas a perderse la oportunidad. La pasión de los locales por el fútbol hace que este tipo de entretenimientos crezca de manera acelerada, sumada a la penetración de tecnologías digitales en todos los estratos de la sociedad. La marcha pareciera ser irreversible.
Las apuestas por internet ya tienen media sanción del Poder Legislativo, tras su aprobación, hace más de un año, en la Cámara de Diputados. El tratamiento en el Senado quedó pendiente, en parte por las presiones políticas y electorales en el gobierno de Bolsonaro. Los vientos son favorables ahora para que se reanude el debate parlamentario.