La compañía proveedora de servicios para el juego online ha realizado un nuevo análisis sobre la seguridad en los entornos de apuestas de Latinoamérica. A través de encuestas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú, se ha notado una mayor aceptación al sector gracias a las regulaciones gubernamentales.

América Latina es uno de los mercados de juego online en más rápida expansión.
Un informe para interiorizarse con el juego online de Latinoamérica
Playtech es una de las empresas de iGaming que está presente en la región desde hace tiempo. Ahora que varios países han sancionado reglamentaciones para la explotación del juego online, la actividad se vuelve mucho más intensa, y las perspectivas de crecimiento mejoran notablemente.
Así lo demuestra la publicación de Juego Responsable: Perspectivas de los Consumidores y Tendencias en América Latina. Es la tercera edición de este informe, que explora de manera minuciosa numerosas áreas ligadas a la visión que tienen los usuarios sobre el juego online.
Para tal fin, Playtech se ha asociado con Broadminded, una agencia especializada en relevamientos de bases de datos. La metodología consistió de 2.500 entrevistas realizadas a personas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú.
Las preguntas del estudio estuvieron dirigidas a conocer las experiencias de los usuarios al momento de jugar online, así como sus nociones sobre la manera en que la tecnología mejora la seguridad de las apuestas.
De esta forma Playtech ha intentado conocer las preocupaciones de los clientes. La firma sostiene su compromiso de generar las mejores condiciones posibles para el desarrollo del servicio, teniendo en cuenta que se deben minimizar los riesgos propios de la actividad.
En la introducción al estudio, la empresa valoró el rendimiento de su sistema Playtech Protect, extendido entre los operadores asociados. Se trata de una herramienta para proteger a los clientes y moderar las conductas potencialmente patológicas de juego.
Perspectivas de crecimiento en toda la región
Playtech compartió un breve análisis del mercado latinoamericano, en donde se da cuenta del potencial de esta región para la industria del juego. Varios gigantes multinacionales ya computan los mercados de América Latina entre los de mejor rendimiento en sus balances.
Tanto es así que para el año 2027 se espera que los ingresos del sector del juego online en la región lleguen a los US$6,75 mil millones, un aumento sustancial desde los US$1,51 mil millones de 2023. El crecimiento anual está calculado en un 11,30% al año.
Los marcos regulatorios han mejorado las proyecciones de las empresas, al tiempo que han llevado mayor contención a los usuarios. Según Playtech, el estudio permitió visibilizar que las poblaciones de los distintos países de América Latina encuentra un respaldo serio en las nuevas leyes de juego online.
Tanto es así que apenas el 25% del total de los encuestados admitió tener preocupaciones en relación con la seguridad, el robo de datos o el fraude. Este indicador refleja el trabajo realizado en el área de comunicación de las empresas, con la intención de transmitir fiabilidad y transparencia.
Brasil se presenta como el mercado más auspicioso para la industria, con su población superior a 200 millones de personas y una situación económica estable desde hace décadas. Sin embargo, desde Playtech advierten que la implementación de la ley de juego online aún está en su etapa de puesta en marcha.
Es un caso diferente al de Colombia, país que la empresa destaca como el más sólido en lo que respecta al desarrollo del juego online. En ese sentido, Playtech ha valorado lo hecho por Coljuegos, la autoridad de control nacional, sobre todo en lo relativo al combate de la oferta ilegal.
En Perú, Playtech ha relevado un rápido crecimiento, subrayando que 115 empresas han solicitado la licencia al Ministerio de Turismo y Comercio Exterior (Mincetur) en el último año y medio. Un dato importante es que solo 29 operadores son de capitales peruanos, en tanto que los 86 restantes son de empresas extranjeras.
La firma se expidió sobre los casos de Argentina y Chile, que tienen en común la ausencia de una regulación nacional. No obstante, se diferencian: Chile está a la espera del tratamiento en el Senado de la ley de juego online, mientras que en Argentina la competencia sobre la materia depende de cada provincia.
Algunos datos reveladores de cada país
En lo que respecta a juego responsable, Argentina y Perú fueron los países que tuvieron un porcentaje más alto de personas que saben dónde buscar ayuda en caso de tener problemas con el juego. Por el contrario, Chile y Colombia mostraron los indicadores más bajos.
En el caso de Colombia, se suma el hecho de que tuvo los índices más altos de usuarios que desean disminuir su gasto en juego y no lo logran. Esto puede deberse a deficiencias en las campañas de prevención de la ludopatía o a particularidades de los hábitos de consumo.
En Argentina, el 77% de los encuestados apoyaría reglamentaciones más severas para el juego online. Aun más: el 88% sostiene que hacen falta mayores controles en la verificación de la identidad. Esto puede ser visto como la respuesta de un país que atraviesa una fuerte ola de ludopatía juvenil.
En Chile, a pesar de no haber una regulación para el sector, el 63% de los encuestados afirmaron que se sienten seguros a la hora de apostar online. Sin embargo, solo el 15% se siente plenamente informado sobre las leyes de juego.
En Colombia, la franja etaria de 18 a 34 años es la que menos actualizada está sobre las reglamentaciones, los derechos y los riesgos de las apuestas. Por el contrario, en Brasil los jóvenes de entre 18 y 24 años conocen la información sobre el tema mejor que cualquier otro grupo.
En cuanto a la consistencia en el juego, Perú es el país con más jugadores frecuentes. Un 92% de los usuarios apuesta al menos una vez por mes, un índice más alto que en cualquier país de la región.
Algo que resulta transversal a todos los mercados es que los encuestados opinan que los deportistas no deberían tener permitido apostar. El 52% respondió de esa manera. En efecto, los profesionales del deporte tienen restringidas las apuestas y existen fuertes sanciones por infringir los códigos de ética de cada disciplina.