La ludopatía en adolescentes y niños se ha convertido en un tema imposible de eludir en Argentina. Sobran los ejemplos de menores apostando online desde las escuelas, los clubes de barrio o los mismos hogares. El derecho de la juventud a desarrollarse sin el influjo de estímulos negativos es algo que desde el equipo de Estafa.info defendemos con firmeza.
En un estudio realizado por la consultora Opina Argentina, un tercio de los encuestados dijo conocer a alguna persona de su entorno social que sufre de adicción al juego. Para agravar el marco, el mismo informe indica que el 16% de los jóvenes admite realizar apuestas habitualmente.
Argentina: un caso de regulación poco exitoso
El país tiene una particularidad en cuanto a su reglamentación de juego, única en América Latina: la actividad no se regula a nivel nacional, sino que depende de cada provincia. Así, existen normas completamente distintas de juego online a lo largo y ancho del territorio.
La idea de fondo es darle fuerza al federalismo, con la intención de permitir que las provincias mantengan su autonomía. La misma lógica se aplica a los recursos naturales: no es el Estado nacional quien decide, sino las gobernaciones y sus legislaturas.
Está claro que este modelo tiene un espíritu muy democrático, pero en la práctica es poco eficaz. Cada jurisdicción ha tomado caminos diferentes, con lo cual no hay ninguna unidad ni consenso general.
Así pues, las plataformas que se anuncian como sitios legales en Argentina no lo son en todo el territorio. Su publicidad no deja de resultar confusa, pues llega incluso a provincias donde el juego online no está regulado y las autoridades aún no emiten licencias.
Mientras que algunas jurisdicciones han sancionado legislaciones específicas, otras mantienen un espectro gris sobre el rubro. De nada vale mirar hacia otro lado: los juegos y las apuestas online existen y la regulación es la única manera de garantizar cierta sostenibilidad, además de darle participación al Estado mediante las contribuciones fiscales.
Aun así, desde mi punto de vista, las experiencias de regulación en 10 provincias argentinas no han resultado muy satisfactorias. A pesar de que se consiguió fiscalizar las operaciones de un puñado de sitios, no hubo modo de contener el aluvión de plataformas ilegales.
Aun más: me resulta particularmente llamativa la pasividad de los institutos de casinos y loterías en el combate de la oferta clandestina. Esto no ocurre en otros mercados regulados, como Colombia o España. La proliferación de páginas y apps ilegales en Argentina no solo repercute negativamente en los consumidores, sino que atenta contra las empresas que solicitaron la habilitación.
Ante este escenario, no es extraño que los casos de ludopatía en adolescentes se hayan multiplicado y hayan cobrado tanta relevancia. ¿Por qué no se tomaron medidas más estrictas al momento de sancionar las leyes de juego, en vez de esperar la debacle?
La ludopatía en adolescentes no es un juego
Recuerdo que, en mi infancia, no era extraño hacer apuestas: “Te apuesto una Coca-Cola a que Boca le gana a River”, me decía mi vecino en la década de 1990 cuando se acercaba un Superclásico. En esa época, a causa de la racha ganadora de los “xeneixes”, me tocaba pagar casi siempre a mí, por supuesto que con dinero de mis padres.
Y sin embargo siento que hay una diferencia sustancial entre ese juego de vecinos y lo que sucede hoy en día. Cada vez que veo un grupo de chicos con la cara metida en una pantalla, festejando con expresiones grises los supuestos triunfos en una tragamonedas online, o esperando el enésimo tiro de esquina en un partido de la Primera C, no puedo evitar la impresión de que algo está decididamente mal.
No hacen falta muchas explicaciones más: algo, en efecto, está mal. Plataformas ilegales sin verificación de edad, “cajeros” ganando dinero a partir de las pérdidas de sus clientes, autoridades reguladoras que miran para otro lado: un sistema entero librado a la ley de la selva.
Los niños y jóvenes son particularmente vulnerables a los estímulos adictivos. El juego compulsivo puede ser más difícil de detectar que otras problemáticas, como las drogas duras o el alcohol. Según los expertos, algunos síntomas de ludopatía en adolescentes son la irritabilidad, los cambios de humor y el aislamiento.
No obstante, estas características parecieran aplicarse a casi cualquier adolescente, sin necesidad de que sufra de adicciones. El dato determinante es en qué gasta su dinero y cuál es su actitud hacia él. La adicción al juego está marcada por una clara obsesión por las pérdidas y las ganancias, además de una ambición desmedida que busca el éxito de manera milagrosa.
Las consecuencias de la ludopatía en adolescentes pueden ser muy graves. Desde el abandono de los estudios hasta la inadaptación social, los jóvenes pueden encontrar una miríada de caminos desacertados que se abren desde el umbral de las apuestas. Un acompañamiento adecuado es determinante para reencauzar las energías.
Ni un paso atrás: la postura de Estafa.info sobre la ludopatía en adolescentes
Nuestro equipo tiene el compromiso de mantener un entorno seguro de juego, y eso implica la exclusión de los menores de edad. Todos los operadores presentes en este sitio web cuentan con controles al momento del registro. Cualquier plataforma que no tenga el cartel de “+18” es automáticamente desestimada.
Como parte de nuestro método de análisis, también verificamos que los operadores presenten herramientas de autoexclusión, límites de apuestas y otros recursos de juego responsable.
Para disfrutar de la experiencia, tanto online como clásica, el jugador debe entender que está pagando una suerte de ticket de ingreso al casino o la casa de apuestas, como sucede en cualquier otro entretenimiento, desde el cine hasta los eventos deportivos.
Esta perspectiva no es una novedad, sino que se trata de un criterio compartido por autoridades de control, organismos de juego responsable y empresas operadoras. Cualquier relación directa entre las apuestas y el éxito es peligrosa y equivocada.
Sin embargo, ese mismo concepto es el que se replica en las publicidades de juego online. Uno de los ejemplos más concretos se encuentra en la avalancha de anuncios de casas de apuestas en los canales deportivos. No es extraño que el marketing sin restricciones sea considerado como uno de los motores de la ludopatía en Argentina.
Algunas pautas para tratar la ludopatía en adolescentes
La adolescencia es una época de rebeldía y de desarrollo de la personalidad. Es saludable que los jóvenes comiencen a experimentar por su cuenta y que desatiendan algunos imperativos de la autoridad. Pero para todo hay un límite, y ese límite es la salud.
Ante síntomas inequívocos de que un menor está apostando online, lo primero que se recomienda hacer es abrir un canal de diálogo basado en la confianza y el entendimiento, sin la intención de señalar y juzgar. Este puede ser el primer paso para tomar consciencia sobre los riesgos de la actividad.
A continuación, es una buena idea buscar ayuda especializada. Cada jurisdicción cuenta con sus organismos. Ante la emergencia, algunas provincias han lanzado sus propios proyectos, tal como el Plan Integral de Prevención y Tratamiento de la Ludopatía Adolescente de la Gobernación de Buenos Aires.
A nivel nacional, Jugadores Anónimos es una de las entidades más conocidas. Brindan asesoramiento sobre cómo prevenir la ludopatía en adolescentes y cómo dar inicio a un tratamiento.
También se puede recurrir a algún centro de Sedronar. Estos espacios se encuentran distribuidos en los barrios de todo el país y brindan acompañamiento profesional de calidad, completamente gratis ya que pertenece al Estado.
Sobre todas las cosas, es fundamental que los jóvenes que se enfrentan al problema sientan la compañía y la comprensión de su círculo cercano. Desde la escuela hasta la familia, pasando por los amigos, lo central es evitar la estigmatización del individuo.
Los jóvenes argentinos son presas de una sociedad alumbrada por la meritocracia, donde el éxito es la única medida de la virtud. Con el sistema educativo en crisis y el mundo del trabajo tambaleando, ¿qué se les puede exigir? Es necesario que cambie algo más profundo que la reglamentación de juego para vislumbrar una juventud sana y bien estimulada.