La ganancia operativa de Cirsa en 2022 superó los €56 millones

La reconocida empresa española de juego deja atrás tres años de pérdidas causadas por la pandemia y se recompone con una suba histórica en sus ganancias. Los ingresos totales también crecieron significativamente en el 2022. La firma, controlada por Blackstone, viene de numerosos hitos de recuperación, como la compra de la empresa italiana E-Play 24 y la expansión de Sportium.

Sportium fue el segmento que más creció en Cirsa. (©phillipkofler/Pixabay)

Un 2022 exitoso para paliar las pérdidas anteriores

La multinacional de juego española publicó sus balances correspondientes al año 2022, en el que se marca una mejora sustancial tras la crisis suscitada por la pandemia. Cirsa es la empresa del sector más grande de España.

Según se anunció en la prensa española, la ganancia correspondiente al último año fue de €56,5 millones, lo cual representa un cambio radical en relación con el cierre del 2021, cuando se habían registrado pérdidas por €150,8 millones. El Covid caló muy hondo en el tejido social español y la industria del entretenimiento fue una de las que más se perjudicó. En el caso de Cirsa, la vuelta a la normalidad y a la presencialidad fue determinante para la recuperación económica.

Los ingresos de la empresa crecieron un 52%, al alcanzar la suma de €2.038,9 millones. En el 2021 el total había sido de €1.337,3 millones. Resulta ilustrativo que, el año pasado, todas las áreas de Cirsa lograron crecer. El mismo camino ha recorrido muchas de las grandes firmas de juego de España.

Los beneficios operativos del 2022 llegaron a los €552,5 millones, un 66,7% más que el año anterior. Los ingresos de explotación, por su parte, fueron de €1.741,2 millones, lo cual representa un crecimiento del 55,8% en su variación interanual. Estas subas permitieron reducir la deuda neta en €90,9 millones, que en la actualidad está calculada en €2.271 millones.

Segmento por segmento, el año de Cirsa

Cirsa es la primera empresa de juego de España y opera 146 casinos, 81.000 máquinas recreativas. 78 salas de bingo y 3.000 centros de apuestas, además de la casa de apuestas deportivas Sportium, una de las más reconocidas en el país y en América Latina.

En el 2022, los casinos fueron el segmento que más se destacó, como era esperable tras el levantamiento de las restricciones. Ya en el segundo trimestre, las ganancias habían superado las del año 2019. Una de las claves para ese crecimiento fue el ingreso en el mercado de Marruecos a partir del mes de mayo, cuando Cirsa compró el casino Tánger.

La división de slots también acompañó el gran año de la empresa. Desde Cirsa destacaron que en el mercado de Italia el 2022 había comenzado con restricciones que imposibilitaban su desarrollo óptimo, y aun así el balance final pudo ser muy bueno. También valoraron el éxito de juegos como Manhattan o Kong Chita. En cuanto a la división de salones, vio un aumento de crecimiento a causa de las estrategias para recuperar y mantener clientes.

Posiblemente el subsector más enfocado sea el de las apuestas deportivas. Además de la natural superación del área, que año a año sorprende por su crecimiento, esta vez se dio el factor del Mundial FIFA de Catar. Así fue que la casa de apuestas Sportium tuvo ingresos por €233,6 millones, lo cual equivale a casi un 80% más que el período anterior. Sin dudas, este es el camino que la firma continuará profundizando, dada su promisoria proyección.

Otro de los puntos relevantes del 2022 tuvo que ver con la compra de la empresa italiana E-Play 24. Sus ingresos brutos anuales llegaron a los €100 millones gracias a sus funciones como operador y proveedor de juegos de azar digitales. Es otra de las vertientes por las que Cirsa irá en esta nueva etapa.

Marcando el rumbo de la industria española

El caso de Cirsa puede ser útil para leer la situación general del sector del juego en España, que en la pandemia sufrió un duro revés. El cierre de las salas de apuestas en todo el país provocó el aumento de la tensión con el gobierno de Pedro Sánchez. La relación entre las dos partes nunca ha sido buena.

En especial porque desde el Ministerio de Consumo, dirigido por Alberto Garzón, se dictan medidas progresivamente más restrictivas para el sector. El fin de los anuncios en clubes deportivos fue uno de los hechos que marcó un antes y un después. Coincidió con un momento muy negativo para las empresas de juego a causa de la pandemia.

A pesar de estas variables, la industria española, como muestra el caso de Cirsa, parece haberse recompuesto. No solo las grandes firmas, que operan en varios mercados, sino también los operadores menores.