Las 5 criptomonedas que Trump quiere en su reserva estratégica

El presidente de Estados Unidos ha comunicado su intención de avanzar en la creación de una reserva estratégica formada con algunas criptomonedas seleccionadas. Se trata de cinco activos determinantes que, luego de la declaración, aumentaron sus cotizaciones de manera veloz. Un nuevo escenario para las finanzas descentralizadas.

Una mano señalando diversas criptomonedas con la bandera de los Estados Unidos.

Estados Unidos podría crear la primera reserva nacional en criptomonedas.

Un anuncio que dispara el valor de las criptomonedas

Otra vez Donald Trump ha conseguido agitar las mareas del mundo crypto a gran escala. Se dio mediante un anuncio, realizado a través de su cuenta oficial en la red social Truth, en el que el presidente estadounidense declaró su intención de crear la primera reserva federal en criptomonedas.

Durante la campaña presidencial, Trump fue a la carga en busca del electorado crypto, y se diferenció así de su contrincante del Partido Demócrata. Efectivamente, durante la administración de Joe Biden, no hubo grandes avances en la consolidación de las criptomonedas, ya sea como reserva o como método de pago.

Mientras que Biden había puesto el foco en los riesgos relativos al lavado de dinero y el fraude, Trump ha llevado la discusión al valor especulativo de las criptomonedas. Una perspectiva celebrada por el amplio universo de la inversión financiera.

Tanto es así que, horas después del anuncio, las cotizaciones de las cinco criptomonedas mencionadas por Trump ya habían subido entre un 10 y un 62%.

Cuáles son las 5 criptomonedas elegidas por Trump

En una primera publicación, Trump nombró a Solana, Cardano y Ripple como las criptomonedas que constituirían la nueva reserva estratégica. Una hora más tarde, el mandatario aclaró que bitcoin y Ethereum también serían parte del proceso, en vista de su posición central en los entornos crypto.

Las repercusiones nos tardaron en llegar. Cardano lideró la escalada con una suba del 62% en cuestión de horas. Por su parte, Solana creció un 21% y XRP, la moneda de Ripple, lo hizo en un 32%.

En cuanto a bitcoin y Ethereum, vieron subidas de hasta el 10% de su valor. Un empuje que se sostiene a partir de la confianza de los usuarios de criptomonedas en Estados Unidos pero también en todo el mundo.

El aventón arrastró a otras criptomonedas que no fueron nombradas por Trump, como Stellar y Hedera, que crecieron un 17,1% y un 11%, respectivamente.

Sin embargo, también es probable que en los próximos días se vea un progresivo descenso de las cotizaciones. Es un fenómeno común en casos así, basado en la alta volatilidad de estos activos.

Lo cierto es que bitcoin, la criptomoneda más popular del mundo, tuvo un pico de cotización de US$93.799. Está algo lejos del techo de los US$100.000 que dejó este mismo año, aunque sigue en sus niveles históricos más auspiciosos, con el aval de las autoridades ejecutivas de Estados Unidos.

Ethereum, la segunda criptomoneda del mercado, superó los US$2.400. A diferencia de bitcoin, la red de Ether no se utiliza tanto como respaldo financiero sino para la ejecución de contratos inteligentes. Se caracteriza asimismo por un mayor grado de centralización.

Las criptomonedas en el futuro de la economía estadounidense

El segundo gobierno de Trump luce muy distinto al primero en materia de criptomonedas. En el año 2021, el referente del Partido Republicano había comunicado en Fox News que bitcoin era una estafa. Sus nuevas filiaciones políticas lo han llevado a dar un giro completo.

Esta visión de la política de los Estados Unidos tendrá marcadas consecuencias económicas. Para comenzar, los expertos se preguntan cómo hará la Reserva Federal para adquirir criptomonedas, teniendo en cuenta que las regulaciones actuales no contemplan este tipo de intercambio.

La diversificación de las reservas podría posicionar al país en la vanguardia de las finanzas descentralizadas. Al mismo tiempo, la concentración de capital en estos activos significaría asumir riesgos en materia de estabilidad monetaria.

La nación podría utilizar sus reservas en oro o utilizar bonos para comprar criptoactivos. También existe la posibilidad de emitir deuda pública para hacer el paso. No obstante, todas estas posibilidades tendrían impactos, puesto que la inserción de criptomonedas representaría una suerte de emisión monetaria.

Así se podría desencadenar un proceso de pérdida de confianza en el dólar, que ha llegado a sus máximos históricos en comparación con el euro. Puertas para adentro, la sociedad estadounidense podría ver una agravamiento en el índice de inflación. En cuanto al sector productivo (agro e industria), habría que ver cómo se acomodan al nuevo escenario.

Para el grueso de la población estadounidense, está claro que las criptomonedas son un territorio misterioso. De hecho, la Comisión Federal de Comercio del gobierno cuenta con publicaciones para evitar errores y estafas al invertir en criptoactivos, en vista de los aluviones de denuncias sobre el tema.

Celebrities al gobierno, criptomonedas al poder

El viento a favor para las criptomonedas tiene ecos del auge y la caída de la divisa $TRUMP, lanzada por el presidente estadounidense luego de su asunción. En ese caso se vio un despegue intenso seguido de un desplome calamitoso de la cotización.

Sin embargo, no se trataba de una criptomoneda respaldada sino de una meme coin. Un diferencia sustancial, que los especialistas dan por hecho pero que puede no ser evidente para la audiencia general. Las meme coins, a diferencia de los criptoactivos reales, no tienen respaldo en ningún otro bien o moneda.

Esta clase de tokens son fáciles y baratas de crear en entornos como el de Solana, que resigna algo de centralización para fomentar este tipo de procesos. De hecho, $LIBRA, la criptoestafa que tiene como protagonista al presidente de Argentina, fue generada en esa red.

En tales condiciones es muy sencillo generar el fraude conocido como rug-pull, que se caracteriza por el lanzamiento de un activo de bajo coste, como una meme coin. El rasgo principal es que la mayor parte de los tokens quedan en muy pocas billeteras electrónicas.

A continuación, se contrata a un influencer para promocionar el producto mediante un call to action, es decir, un llamado a la acción. Cuando la cotización sube lo suficiente, los propietarios mayoritarios del criptoactivo venden su parte y se retiran. Así se genera un desplome que produce la quiebra del resto.

El problema principal en el caso de $LIBRA es que el influencer en cuestión habría sido nada menos que Javier Milei mediante su cuenta de X, oficiando no solo como economista sino como presidente de la Nación.

El fraude ha tenido proporciones tan grandes que incluso Estados Unidos tomará partido en la investigación. Así lo anunció recientemente Mauricio Claver-Carone, funcionario del Departamento de Estado y hombre fuerte de Trump en sus relaciones con América Latina.

La cercanía entre la industria de las criptomonedas y ciertos partidos políticos vuelve todo mucho más confuso para una gran parte del mundo. Un nuevo significante del dinero entra en circulación, y sus promotores políticos tendrán la responsabilidad de no dejar que se convierta todo en una gran estafa.

Jerónimo Corregido – Estafa.info – Editor jefe de la sección de noticias
Donald Trump anuncia una reserva estratégica de criptomonedas y suben los valores de bitcoin, Ethereum, Solana, Cardano y Ripple.