El estado de Texas es uno de los más conservadores en materia de juego, pero ante la masificación de las apuestas online, las autoridades contemplan su legalización. Hay un proyecto en la Cámara de Representantes que permitiría que los votantes decidieran sobre el tema.

Texas podría ser el próximo estado en legalizar las apuesta deportivas.
Texas se acerca al fin de la prohibición de las apuestas deportivas
Una oleada regulatoria ha cambiado las reglas para los juegos y las apuestas en Estados Unidos durante los últimos años. Ahora el tiempo pareciera haber llegado para Texas, un estado que tradicionalmente se ha opuesto a cualquier cambio en su reglamentación.
El representante estatal Sam Harless, del Partido Republicano, ha presentado un proyecto para hacerle lugar al sector. Se trata de la Resolución Conjunta de la Cámara N. 134. No se trata de una legislación propiamente dicha, sino de una propuesta para una enmienda constitucional del Estado.
Si se aprueba, la moción estará presente en la boleta electoral del mes de noviembre. Ya son 39 los estados que han aprobado reglamentos para las apuestas deportivas, ya sea en modalidad presencial, online o ambas. Sin embargo, la situación en Texas tiene algunas particularidades.
De hecho, ya existe un proyecto de legalización, que fue presentado en el Senado estatal, pero no ha prosperado a causa de la reticencia de los miembros parlamentarios. Una de las voces más fuertes en contra de las apuestas es la del vicegobernador Dan Patrick.
Por ese motivo es común que las propuestas relacionadas con la apertura del juego y las apuestas no se presenten en las cámaras. Texas es un estado que mantiene una institucionalidad muy cerrada y que no se presta a cambios de manera rápida.
Tanto es así que existen sectores políticos que, en vez de ir a favor de la legalización del juego, plantean prohibir más rubros vinculados al entretenimiento, como los deportes de fantasía. La contienda en el estado sirve para vislumbrar una brecha de opiniones que atraviesa todo el territorio nacional.
Vientos de cambio desde la gobernación
A diferencia de su vice, el gobernador de Texas, Gregory Abbott, ha tenido una visión más flexible sobre la posibilidad de adoptar un reglamento de juego. En sus declaraciones públicas del año 2023, que resonaron sin fin en los medios locales, equiparó las apuestas deportivas con cualquier otra forma de entretenimiento.
Sin embargo, durante una entrevista reciente con canales de televisión, Abbott expuso que una de sus preocupaciones es que los texanos de bajos recursos dejen de comprar artículos de primera necesidad, como alimentos y vestimenta, para ingresar su dinero en casas de apuestas.
Al igual que el representante Harless, el gobernador confía en que el tema se pueda dirimir a través del voto popular. Los ciudadanos tendrían la opción de dar su parecer y la alternativa ganadora se aplicaría desde las instituciones.
Desde un organismo nacional de lobby denominado Alianza de Apuestas Deportivas (Sports Betting Alliance), han dado cifras sobre el negocio que se está perdiendo en Texas: más de 1 millón de personas intentaron acceder a páginas de apuestas solo en mes de octubre de 2024.
En el parecer de la organización, el rebote por geolocalización no disuade de las personas de apostar, sino que las encauza hacia operadores clandestinos. Estos portales suele ser riesgos por varios motivos, entre ellos que no protegen la información confidencial y no cuentan con sistemas auditados de apuestas online para Estados Unidos.
La Alianza también ha puesto el foco en los más de 300 millones de dólares que se está perdiendo la entidad recaudadora del Estado por prohibir este negocio. La cifra corresponde a un estudio encargado por el organismo de lobby.
Tanto en el país como en otras regiones, los impuestos de las apuestas deportivas suelen utilizarse para fomento del deporte o se destinan al sector del turismo. También se orientan a campañas de prevención de la ludopatía.
Un fenómeno que trasciende las fronteras de Texas
La reglamentación de las apuestas deportivas le ha dado un marco legal a una práctica que existe desde hace mucho tiempo. A partir de las legislaciones específicas, los estados han adoptado mecanismos para diferenciar las casas de apuestas legales de las ilegales.
El caso más exitoso parece ser el de Nueva York, que en poco tiempo pasó a liderar los índices de ingresos a nivel nacional. Es el estado con mayor base de usuarios en plataformas de apuestas deportivas y en el que dinero hay en juego.
La publicidad ha sido la clave para que las casas de apuestas se establezcan en la sociedad. Así lo ha puesto en relieve la Asociación Estadounidense de Juego (American Gaming Association), en un estudio que indica un marco aumento de la aceptación de los casinos online y las apuestas deportivas en la opinión pública.
En el mismo informe se da cuenta de que el 75% de los estadounidenses estarían a favor de una reglamentación en sus estados. Algo que muchas autoridades han tenido en cuenta.
Pero no solo es dentro del país que está en marcha este proceso. La mayor parte de los países de América Latina ha debatido leyes o algún tipo de normativa para el juego online y las apuestas deportivas. Casos como el de Brasil, que implementó su regulación este año, cobran más fuerza en el plano internacional.