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Venció el plazo para regular las apuestas deportivas en Brasil

El 13 de diciembre acabó el plazo establecido en Brasil para reglamentar por decreto las apuestas deportivas online. El presidente saliente Jair Bolsonaro debía haberlo hecho pero hizo caso omiso del plazo establecido para la reglamentación. El presidente elector Lula Da Silva deberá poner en orden este asunto por tanto tiempo postergado, que ya tiene media sanción en el Congreso.

Jugando al fútbol en una playa en Brasil.

Brasil es el país con más visitas a sitios de apuestas deportivas. (©LhcCoutinho/Pixabay)

Silencio sobre la reglamentación pendiente

La normativa para la industria de las apuestas en línea está en grave peligro en Brasil a causa de la inacción de su mandatario, Jair Bolsonaro, quien se apronta a dejar su cargo. Un decreto del presidente provisional Michel Temer del año 2018 indica que la reglamentación tenía dos años para formalizarse, con la prórroga de otros dos años más. Ese plazo final se ha cumplido, y nadie ha actuado.

El ex presidente Michel Temer había llegado al gobierno luego de destituir a la mandataria Dilma Rousseff. Bolsonaro, alineado con las fuerzas políticas de Temer, pero aun más inclinado a la ultraderecha, no avanzó un centímetro en la reglamentación del juego. La actividad está sujeta a un prohibición total desde hace medio siglo, a pesar de que, en la práctica, los juegos de azar y las apuestas deportivas funcionan de manera activa.

El presidente Bolsonaro dejó pasar la fecha límite, el 13 de diciembre, para oficializar el marco de la industria. Esto hace que nada cambie en Brasil: los operadores internacionales pueden seguir usufructuando el negocio sin la necesidad de pagar impuestos. Muchas de las grandes marcas ya están insertas en el mercado a través de acuerdos deportivos con clubes.

Así pues, no hay manera de saber qué sucederá con la puesta en marcha del marco legal. La falta con lo estipulado en el 2018 ha dejado un gusto amargo en el empresariado brasileño, que esperaba estar más avanzado con la legislación para estar altura. Quedará en manos de la próxima administración la tarea de reglamentar el asunto, bajo la conducción de Lula Da Silva.

Por qué Bolsonaro no firmó el decreto ni tomó acción

El mandatario saliente se declaró en contra de la reglamentación de los juegos y las apuestas deportivas desde el comienzo de su gestión. Muy influenciado por el ala evangelista del Congreso y por las fuerzas de ultraderecha, Bolsonaro se dedicó a hacer declaraciones en contra de la ley; incluso llegó a amenazar con vetar el proyecto si era aprobado por ambas cámaras legislativas.

Desde su sector político se enfatizaron las posturas en contra de la legalización del juego. Una ministra del mismo partido, Damares Alves, expuso que la actividad estaba ligada a nociones satánicas. En un país donde la religión ocupa un lugar tan preponderante, estas declaraciones tienen una pronunciada repercusión social.

Otro de los motivos por los cuales Bolsonaro hizo caso omiso de la reglamentación respondería a fines políticos y partidarios. Según cierto sector del periodismo, el actual presidente no querría dejarle arreglado el ingreso fiscal de las apuestas deportivas a su sucesor y antagonista, Inácio “Lula” Da Silva, del Partido de los Trabajadores. Los impuestos anuales de negocio se calcula en US$1.144 millones.

El potencial de Brasil en la industria del juego global

Con una población de 214 millones de personas, el país representa la economía más grande de América Latina, y un punto insoslayable para la industria del juego. En especial, es un terreno más que fértil para las apuestas deportivas, dada la pasión de los brasileños por los deportes y por el fútbol en particular. En efecto, este fenómeno se adelantó a la reglamentación por mucho.

Tanto es así que, según indicadores de comienzos de la Copa del Mundo de este año, Brasil fue el país con más visitas a sitios de apuestas. La diferencia con el segundo y tercer puesto fue muy significativa, lo cual es elocuente sobre la presencia cultural de las apuestas deportivas en este territorio. La reglamentación podría traer orden a la oferta desmedida, así como mayor información a los usuarios.

El vocero del presidente electo expresó el último mes que la nueva administración ve con buenos ojos la regulación sumaria de esta actividad. El proyecto actual de ley de juego fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero el tratamiento en el Senado se demoró interminablemente por delación de los legisladores ligados a Bolsonaro. No obstante, la fuerza política de ultraderecha seguirá siendo mayoría en ambas cámaras durante el gobierno de Da Silva, por lo que no se sabe cómo continuará la historia de la legislación en Brasil.

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