Las apuestas online de Brasil, con la firma de Lula Da Silva
El proyecto de ley para regular el juego online en Brasil ya cuenta con la firma del presidente Lula Da Silva. El Congreso tendrá 120 días para analizarlo. El documento introduce la metodología para explotar la actividad en el país, junto con procedimientos administrativos y penalidades para los infractores. Brasil es el mercado más grande de todo el continente latinoamericano.
Proyecto de ley impulsado desde el Ejecutivo Nacional
La reglamentación del juego es una cuenta pendiente en Brasil desde hace un largo tiempo. Ahora, el presidente Inácio Lula Da Silva impulsa con su propia firma un proyecto de ley para las apuestas online que deberá ser tratado en los próximos 120 días. Es la iniciativa oficial más fuerte que se toma en el asunto desde el inicio del gobierno.
Puntualmente, el proyecto regula las apuestas de cuota fija. El precio de las licencias no está formalizado, pero rondaría la suma de US$5,9 millones de dólares (R$30 millones), y su validez será de 5 años con la posibilidad de ser renovadas. Es un modelo similar al elaborado por otros países de la región, aunque con más restricciones, ya que podría en el futuro quedar supeditado a una ley de juego más general. El Congreso deberá tendrá la oportunidad de afinar varias cuestiones antes de aprobar la moción.
Según informaron medios brasileños, el otorgamiento de licencias es, a priori, ilimitado, es decir que no habría un número fijo de operadores para el mercado. Los permisos concederán la explotación de las apuestas deportivas tanto en online como de manera física. La emisión de licencias y el control del sector estará a cargo de la Secretaría de Apuestas y Loterías, para la que ya se crearon 217 nuevos cargos.
Las mediciones de la industria son entusiastas con Brasil, que el año pasado durante el Mundial de Catar fue el mercado con más visitas a páginas de apuestas en el mundo. Las estimaciones de los privados mediante reportes informativos apuntan a recaudaciones de US$2,5 mil millones al año (unos R$12 mil millones). Sin embargo, en el mes de julio el ministro de Hacienda Fernando Haddad estimó la recaudación en US$400 millones anual (alrededor de R$2 mil millones), una cifra bastante inferior.
El debate en torno a la contribución fiscal
El proyecto de ley impulsado por Lula Da Silva especifica un gravamen impositivo del 18% del Gross Gaming Revenue (GGR), los ingresos brutos por recaudación de juego. Además, los ganadores de apuestas deberán estar sujetos a la tasa del 30% que corresponde al impuesto a la renta de Brasil, aunque esto solo aplicará cuando el premio supere una cifra que, por el momento, quedó fijada en R$2.112.
Desde el Instituto Brasileño de Juego Responsable (IBJR) declararon su disconformidad con la carga fiscal, que acabaría siendo la más alta del mundo para el sector. En la actualidad las apuestas deportivas, que son el único segmento de juego regulado (y eso con muchas limitaciones), es de 5%. Llevar ese índice a 18% implicaría un aumento del 260%. Otros impuestos se sumarían a esta contribución, como el PIS, COFINS e ISS.
El director general del IBJR, André Gelfi, reflexionó sobre la cuestión, apuntando que el alto peso fiscal al sector regulado traerá como consecuencia un crecimiento del juego clandestino, lo cual se traduce en peores condiciones para los usuarios. Mediante las apuestas reguladas de una manera más favorable al desarrollo corporativo, se podría dar el progreso de un mercado transparente y confiable, en el que tanto los clientes como el fisco encuentren sus beneficios.
Un paso ¿decisivo? hacia el futuro del juego
A pesar de la alta carga fiscal, desde el IBJR señalaron que el modelo de regulación contempla requerimientos altos de juego responsable, como la prohibición de ingreso para menores de edad. Tampoco podrán se registrar las personas que estén en listados de protección de crédito (SPC y Serasa). Las herramientas de control que serán obligatorias las acabará decidiendo el Congreso durante la votación de la ley.
El IBJR también valoró el marco que se le da a la publicidad, espacio que quedaría bajo las reglamentaciones del Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (Conar). El marketing del sector es un tema que genera polémica en numerosos mercados regulados, como es el caso de España, donde el gobierno prohibió varias expresiones de publicidad (patrocinio deportivo y comunicaciones de bonos, entre otros).
No es la primera vez que Brasil parece dar pasos firmes hacia una reglamentación de juego. Ya un anterior proyecto de ley había sido aprobado en la Cámara de Diputados, pero nunca llegó a pasar por el Senado. Asimismo, el estatuto previsto por el ex presidente Michel Temer para reglamentar la industria no fue respetado por el ex presidente Jaír Bolsonaro, que dejó vencer el plazo límite para su implementación. Ahora Lula Da Silva tendrá la posibilidad de formalizar una industria que, con el correcto acompañamiento, podría impactar positivamente en el país.