Riñas de gallos en Argentina: un asunto que genera controversias
Se trata de una práctica muy antigua y cuestionada que está prohibida en la mayor parte del mundo. En Argentina, las riñas representan una fuerte tradición cultural que es incompatible con el espíritu de estas épocas. Las diferentes provincias abordan el tema desde una perspectiva particular. Mientras tanto, no existen plataformas legales que admitan apuestas a estos eventos.
La provincia de Catamarca busca la legalización de las riñas de gallos. (©@dareen0987/Unsplash)
¿Qué sucede con las riñas de gallos en Argentina?
Esta práctica es una de las modalidades de apuestas con animales más antiguas del mundo. Tuvo sus comienzos en Asía, donde aún están muy en boga y genera más debates que en cualquier otro continente. Desde allí pasó a Europa, que exportó la modalidad al continente americano junto con muchas otras tradiciones.
En el caso de Argentina, al tratarse de un país mayormente agroexportador y de impronta rural, no es extraño que las riñas de gallos hayan proliferado durante mucho tiempo. Sin embargo, al ser una contienda altamente cruel, este tipo de “espectáculos” ha recibido la dura condena de asociaciones protectoras de animales, lo cual ha fomentado legislaciones restrictivas en la mayor parte del país.
Así y todo, con prohibiciones explícitas en la gran mayoría de las provincias, las riñas de gallos en Argentina continúan existiendo. No solo eso, sino, como señalan algunos legisladores, mueven un gran caudal de dinero y emplean a un enorme número de personas de manera informal. Por eso es que, según esa perspectiva, en vez de ser prohibidas, las riñas deberían ser aceptadas y reguladas.
Este es el mismo argumento que se esgrime a favor de la reglamentación de las plataformas de juego online. Sin embargo, a diferencia de las riñas de gallos, las apuestas en línea no implican el derramamiento de sangre ni actos de crueldad directa. Esta es una objeción ética que no les pasa inadvertida a los especialistas legales de Argentina que tratan la cuestión.
El debate por las propuestas de legalización
Durante el último tiempo, muchas provincias argentinas se han convertido en el centro de disputa sobre el tema de las riñas de gallos. Si bien la ley nacional 14.346 prohíbe la práctica, muchas jurisdicciones tienen normativas ambiguas o directamente permisivas sobre el asunto. El año pasado, por ejemplo, se oficializó un anteproyecto en Catamarca para legalizar la actividad de lleno en la provincia de Catamarca.
La propuesta fue elevado por el senador Ricardo Quinteros, quien la presentó a instancias del Club Tradicionalista de Pozo del Mistol de Valle Viejo. Ese departamento de la provincia de Catamarca contaba con una habilitación exclusiva para explotar la actividad hasta hace diez años, cuando las autoridades la prohibieron. Según Quinteros, las riñas son un práctica muy arraigada en la tradición del país y de su provincia; incluso hizo hincapié en el hecho de que muchos profesionales jubilados se dedican a área, con cría y comercialización de gallos de combate. La Policía también tiene su parte en la cuestión.
Asimismo, el legislador y sus partidarios apuntaron que los gallos no pelean por instigación de los humanos, sino que lo hacen por instinto natural. Por esto, Quinteros pidió la actualización del Código de Falta de la Provincia, el cual, desde el año 2005, cuenta con incisos específicos contra la crueldad animal. Los acusados pueden estar sometidos a multas o hasta a diez días de encarcelamiento.
Un tema que no se termina de aclarar
Además, el legislador catamarqueño apuntó a los casos de provincias que sí cuentan con protocolos para las riñas de gallos. En efecto, a pesar de la mencionada Ley 14.346, incorporada al Código Penal, existen jurisdicciones que han avanzado en la legalización de la materia. Entre ellas se incluyen La Rioja, Santa Fe, Tucumán y San Luis.
El caso de Tucumán es complejo, dado que, si bien su legislación clásica implicaba explícitamente la práctica de las riñas, las entidades protectoras de animales han trabajo en su actualización. Así es que, desde el año 2016, rige una medida cautelar que contempla el sufrimiento de los animales explotados y expone objeciones sanitarias, éticas y psicológicas contra las peleas.
La provincia de San Luis también cuenta con una normativa que explicita la legalidad de las riñas, en vigencia desde el año 2006. Así y todo, esta reglamentación cuenta con cierta paradoja. Eso se debe a que, en caso de muerte de un animal, los organizadores deberán pagar una multa destinada a organizaciones protectoras de animales.
Así y todo, el Tribunal Superior de Justicia de San Luis declaró la inconstitucionalidad del estatuto. El Juez Dr. Horacio G. Zabala Rodríguez dejó asentados numerosos fundamentos legales que dejarían sin valor la legislación provincial. Sin embargo, las condiciones prácticas de las riñas no han cambiado demasiado en San Luis.
Una actividad insostenible
Semejante a lo que ocurre con las corridas de toros en España, las riñas de gallos en Argentina despiertan el entusiasmo de un público muy específico, que ve en esta actividad el reflejo de cierta tradición nacional, mientras que una audiencia mucho más amplia se declara en contra por los motivos éticos que saltan a la vista.
Sobre el actual anteproyecto de ley en Catamarca, Andrea Miletti, representante de la Asociación Protectora de Animales, publicó numerosos argumentos en contra. Si bien reconoce que las riñas existen en la provincia, expuso que su legalización no llevaría a mejores condiciones, sino que impulsaría aun más el maltrato animal y le daría una impronta oficial. Por el contrario, Miletti expuso que las entidades del Estado deben velar para que el entretenimiento de los ciudadanos provenga de fuentes limpias, ejemplares y libres de crueldad.
Entre las propuestas para terminar con la actividad, la Asociación Protectora de Catamarca redactó un proyecto de ley para propulsar castraciones masivas. Esto terminaría con la comercialización de crías para riñas, una de las actividades más cuestionadas en la provincia. Sin embargo, el documento no ha pasado a debate en las entidades parlamentarias.
Por su parte, las casas de apuestas de Argentina solo ofrecen mercados a disciplinas reguladas y con consenso social. No hay posibilidad de que las riñas se sumen a los eventos disponibles.