La revista británica The Lancet ha publicado un editorial en el que se observa la ludopatía desde una perspectiva muy crítica de la industria del juego. Uno de los datos más salientes es que entre 0,1 y 5,8% de la población adulta a nivel mundial tendría algún tipo de adicción a las apuestas. También se proyectan acusaciones sobre el empresariado.
Análisis sobre la adicción al juego desde una mirada médica
La revista inglesa The Lancet posiblemente sea una de las más reconocidas dentro del ámbito médico en todo el mundo. Por eso es que no ha pasado inadvertida la reciente nota sobre las apuestas y su incidencia sobre la población. Con una perspectiva sumamente crítica, el prestigioso medio lanza datos que ponen en tela de juicio los esfuerzos vistos hasta el momento por promover el juego seguro desde la industria.
El editorial comienza con una reflexión sobre la naturaleza del juego, práctica que suele ser anunciada como libre de daños, aunque puede representar peligros para personas con vulnerabilidades. Citando un estudio académico de la Biblioteca Nacional de Medicina, The Lancet indica que entre 0,1 y 5,8% de los adultos en todo el mundo tienen algún tipo de patología de juego. En el informe fuente se puede percibir que esta cifra es menor en Europa (de 0,12 a 3,4%), aunque igualmente alarmante.
Siguiendo esa línea, la publicación británica compara la ludopatía con afecciones tales como la depresión o el alcoholismo, señalando que los peligros son mucho mayores en sectores desfavorecidos de la sociedad. Teniendo en cuenta la incidencia de las apuestas en la salud mental, el Instituto Nacional para la Excelencia en Salud y Cuidado del Reino Unido ha propuesta que los profesionales de la salud consulten a sus pacientes sobre sus hábitos de juego, tal como se suele hacer en relación con el alcohol o el tabaco. Según The Lancet, esta medida podría ser de uso para tener variables más exactas en torno a la problemática desde la salud pública.
En busca de una nueva forma de investigación y monitoreo
La revista sostiene que es indispensable contar con estadísticas propias del área de salud, independientes de los estudios privados, sosteniendo que las investigaciones financiadas desde el sector del juego presentan resultados tendenciosos. A esto se le comparan las estrategias de otras industrias, como las del alcohol y del tabaco.
Según la publicación, es necesario contar no solo con la regulación de los productos, sino también de su marketing y publicidad. En el mismo sentido, se deberían poner controles de geolocalización, además de mantener niveles rigurosos de contribución fiscal. Se propone asimismo un cambio de enfoque en relación a la adicción al juego, dejando de lado la responsabilidad individual de los usuarios para pasar a un modelo en el que la responsabilidad máxima esté del lado de los proveedores y operadores.
Desde esta mirada, los estudios realizados desde el ámbito privado en el último tiempo, con financiación de las empresas de juego, habrían obstaculizado las investigaciones independientes. Así, el corpus con el que se cuenta actualmente está desviado y no es objetivo. The Lancet relaciona casos de suicidio con tendencias a la ludopatía, un factor que solo es analizado desde publicaciones independientes.
En la misma línea, la publicación indica que las ONG que reciben dinero de las empresas no hacen más que confirmar lo que ellas necesitan dar a conocer. El caso que se pone de ejemplo es GambleAware, una entidad británica con mucha presencia en los casinos online y las casas de apuestas de todo el mundo. En cuanto a la dualidad entre apuestas por ocio y apuestas problemáticas, desde The Lancet se la cataloga como una simplificación de la industria que tiende a oscurecer el estado de cosas real.
También se ponen sobre la mesa mercados que han magnificado su volumen, como África, que triplicó su consumo de apuestas en los últimos años, o Brasil, que se ha convertido en uno de los principales centros de atención para las plataformas de apuestas deportivas. Estos aumentos parecieran darse sin las medidas necesarias para la contención de los sectores vulnerables.
Claro antagonismo con los operadores de apuestas
Si algo se lee en el editorial de The Lancet es un sesgo casi demonizante de la industria del juego. Desde esta perspectiva, las propias empresas estaría intentando ocultar los altos índices de juego problemático en sectores como las mujeres y los adolescentes. Asimismo, se acusa a los privados de manipular la información para diseñar un panorama alentador que no se habría de condecir con la realidad.
No faltan palabras en contra de la publicidad de las plataformas apuestas en los eventos deportivos, donde el juego ha venido a reemplazar el alcohol y el tabaco. A su vez, se pone en evidencia la posición débil de los gobiernos nacionales ante el poder del empresariado , que acaban ganando voluminosas contribuciones impositivas a partir de las regulaciones del sector. La prohibición se vuelve prácticamente imposible, además de inconveniente.
Por su parte, desde la industria del juego se ha hecho notar que este informe no contempla las numerosas normativas a las que está sujeta la industria. Además, se replicó que los índices de juego problemático tanto en el Reino Unido como en España están bastante por debajo de la media trazada por The Lancet. Las empresas sostienen que su compromiso con la salud de sus clientes es real y visible en medidas concretas. Se trata de una disputa de perspectivas que parece estar apenas comenzando.