Las casas de apuestas se han instalado en la región mediante patrocinios de clubes, torneos e instituciones deportivas, con nuevas polémicas para el sector. En algunos casos excepcionales, la modalidad está prohibida. Sin embargo, casi el 60% de los equipos de futbol en torneos de CONMEBOL tienen sponsors de apuestas deportivas.
Patrocinios de apuestas en el deporte: un tema espinoso
Las instituciones deportivas suelen apelar a la transparencia como si se tratara de un pilar fundacional. Sin embargo, la credibilidad de ese principio suele entrar en crisis cuando ingresan las plataformas de apuestas al juego.
No es extraño: después de todo, se trata de una actividad que hace ganar dinero a individuos concretos a través del acierto de ciertas predicciones. Cuanto más compleja y específica sea esa predicción, mayor será el premio. Muchas veces son montos tan altos que hacen dudar hasta al más confiado.
En América Latina la industria del juego online se ha instalado a sus anchas en el terreno del deporte. Los patrocinios de clubes, competiciones y entidades representan su modalidad de marketing más exitosa. A través de estas comunicaciones, breves pero continuas, consiguen instalarse en el sentido común de un público apasionado por el deporte.
Esa pasión puede ocasionar cierto sesgo al momento de apostar. El hincha quiere con tanto fervor que su equipo gane, que al invertir algún dinero en ello siente que está contribuyendo a su causa. O incluso que está redoblando su sentimiento de participación.
En los países latinoamericanos hay una causa más de controversia sobre los sponsors de apuestas deportivas. Se trata de la escalada en los índices de ciberludopatía entre niños y adolescentes.
Claro está que las empresas oficiales de juego no permiten el ingreso de menores, pero su publicidad ubicua sí genera una mayor aceptación y difusión de la práctica de apostar. Esto, conjugado con la multiplicidad de sitios ilegales que aceptan menores, puede ser un cóctel letal para la juventud.
Brasil, la gallina de los huevos de oro para las apuestas deportivas
Con más de 215 millones de habitantes y una pasión muy arraigada por el fútbol, Brasil representa el gran negocio de la industria del juego online en la región. Como si esos ingredientes no alcanzaran, es uno de los países con una penetración tecnológica más exitosa de Latinoamérica.
Basta indicar un dato que, en mi opinión, es más que ilustrativo: 19 de los 20 equipos de la Serie A brasileña están auspiciados por casas de apuestas. Muchos de estos acuerdos corresponden a récords de ingresos para los clubes, como el de Pixbet, la marca local, con Flamengo de Río de Janeiro.
En efecto, el dinero que ofrecen las casas de apuestas por sus patrocinios es difícil de equiparar desde otros rubros. Incluso la Selección Brasileña ha tenido sponsors ligados a las apuestas deportivas, como StatSports y Kin Analytics, aunque ninguna casa de apuestas llegó a la camiseta oficial.
La reglamentación de juego fue puesta en marcha este año en el país. Recientemente el gobierno publicó las plataformas de apuestas habilitadas. Ha llamado la atención que Esportes Da Sorte, el tercer sitio más visitado del país, no haya estado incluido.
Esta marca auspicia a Corinthians, Bahia y Athletico Paranaense, el cual enseguida solicitó retirar el sponsor de la indumentaria, aun cuando la medida implicó resignar una fuerte suma económica.
Desde luego que el fútbol es el deporte con más visibilidad en Brasil, y por eso el más elegido por las casas de apuestas. Aun así, la industria ha invertido en otras disciplinas, como el vóleibol, el atletismo y los deportes paralímpicos. Una regularidad en los mercados donde el patrocinio está habilitado.
Argentina y Perú, dos mercados que se siguen abriendo
Tanto en Perú como en Argentina se ha legislado el juego online, aunque en el último caso la reglamentación depende de cada provincia y no del Estado Nacional. En ambos países, la publicidad de las apuestas ha traído polémicas.
En Argentina el debate principal pasa por la relevancia que ha cobrado la ludopatía juvenil. Los casos de menores de edad con problemas de juego proliferan en los medios de comunicación, y las distintas jurisdicciones están ensayando medidas de prevención para frenar la oleada.
La mayor parte de los clubes de primera división están auspiciados por casas de apuestas: River Plate, Boca Juniors, Estudiantes de La Plata, Lanús, Racing de Avellaneda y la lista sigue, con sponsors que se repiten de camiseta en camiseta.
Por eso es que tomó una gran visibilidad la decisión de Vélez Sarsfield de no renovar con bplay, uno de los principales inversores en el deporte. La Cámara de Diputados, donde ya hay más de una decena de proyectos de enmienda a la ley de juego, felicitó esta política del club de Buenos Aires.
En el caso de Perú, la ludopatía es un problema relativamente secundario frente a la pérdida de confianza en los resultados. Según un estudio de la firma suiza Sportsradar, el país escaló al número 8 entre los que más sospechas hay de amaño de partidos.
Este año, la derrota de Sport Boys frente a C. A. Manucci por 6 a 2 encendió todas las alarmas. Antes, jugadores como Donny Neyra y Alexander Sánchez, de Universitario y Alianza Lima respectivamente, habían estado en el ojo de la tormenta por denuncias de directivos del deporte.
Chile, con una prohibición que no se respeta
En Chile sucede algo que, a mi parecer y en relación con otros países latinoamericanos, es muy extraño. El año pasado, por pedido del Ministerio de Hacienda, se solicitó un enfriamiento de mercado hasta que se aprobara la ley. El proyecto pasó por Diputados, pero se ahora se demora en el Senado.
Por ese motivo, varias empresas se retiraron de sus acuerdos con el deporte. Tal es el caso de Betway, que salió de las cinco camisetas donde estaba presente. Sin embargo, al poco tiempo las casas de apuestas en Chile volvieron a aparecer, sin mayores reclamos del gobierno.
Así es que clubes como Colo Colo o la Universidad de Chile tienen marcas de apuestas deportivas en sus camisetas. En el caso de estos equipos, han firmado acuerdos históricos con Coolbet y Jugabet, respectivamente.
En este país, la reticencia del empresariado local a la llegada de los grandes inversores internacionales ha sido una de las claves para que se retardara la ley de juego. Así y todo, las reglas parecen menos claras que nunca.
Colombia y Ecuador, dos casos opuestos pero idénticos
Mientras que Colombia tiene la legislación de juego online más antigua de la región y se ha establecido como hub regional para el sector, en Ecuador incluso están prohibidos los casinos de tierra, ni hablar de las plataformas online.
¿Ejemplos muy disímiles? Sí, pero no en lo que respecta a patrocinios deportivos. En ambos países el fútbol profesional está tomado por las casas de apuestas, que también crecen como sponsors en otras disciplinas.
En Ecuador se pueden ver casos como los de los clubes Aucas (bet593), Cumbayá (Marsbet), Emelec (Novibet) e Independiente del Valle (Ecuabet). En Colombia se incluyen Junior y Millonarios, ambos patrocinados por W Play, uno de los 15 operadores habilitados por Coljuegos.
En la misma línea que Colombia se encuentra México, donde los patrocinios deportivos avanzan atados a una regulación. En los dos mercados, empero, las autoridades están tratando de frenar la embestida publicitaria para evitar la saturación. Una tarea sumamente difícil donde chocan intereses de numerosas partes.
Bolivia y Venezuela, con una prohibición a medias
Tanto en Bolivia como en Venezuela el juego online está expresamente prohibido. En Bolivia la restricción se cumple tajantemente en el ámbito del deporte profesional. En Venezuela esto no es tan así.
De hecho, dos de los principales clubes venezolanos con presencia en torneos de CONMEBOL, tienen sponsors del sector. Se trata de Deportivo Táchira con Juegaenlinea y Caracas con Sellatuparley.
Resultado difícil para las autoridades del deporte prohibirle este tipo de convenios a los clubes, en vista de que el 59% de los equipos que disputan competencias de la CONMEBOL están auspiciados por casas de apuestas, y la propia entidad es patrocinada por Sportingbet y bwin, ambas marcas del grupo Entain.