La regulación italiana prohíbe los patrocinios de apuestas en el fútbol y la publicidad en medios de comunicación, pero eso podría cambiar en el corto plazo. El gobierno está trabajando para levantar las restricciones y otorgar mayor capacidad de marketing al sector de las apuestas deportivas.

Los patrocinios de apuestas podrían volver en Italia.
Se acerca el fin de la prohibición para los patrocinios en Italia
El mes de marzo ha sido intenso trabajo en el área de control de juegos y apuestas del gobierno italiano, puesto que está en marcha el levantamiento de las prohibiciones publicitarias. Las autoridades habrían dado el visto bueno para que regresen los patrocinios de apuestas deportivas en la Serie A.
La apertura está relacionada con una realidad que superó las reglamentaciones. Las casas de apuestas de Italia encontraron la manera de vincularse con los clubes de la primera división y esto disparó un negocio imposible de contener.
Sin ir más lejos, el Inter de Milán, último campeón de la Serie A, tiene a la casa de apuestas Betsson como sponsor principal, en la delantera de la camiseta. Se trata de un acuerdo de €30 millones al año. Este antecedente puede ser tomado como el puntapié inicial para la derogación de las restricciones.
El gobierno no solo levantaría la prohibición a los patrocinios deportivos sino también a los anuncios en medios de comunicación. Hasta el momento, el marketing de las apuestas deportivas encontraba ciertos límites en radio, televisión y redes sociales; ahora las normas serán mucho más laxas.
Estos límites a la publicidad formaron parte del Decreto Dignidad, sancionado en el 2018 por el Gobierno del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el partido ultraderechista Liga. En el mismo paquete vino una muy discutida flexibilización laboral, con una reducción de la vigencia mínima para los contratos temporales.
El Decreto Dignidad también implicó la prohibición de que las empresas italianas se deslocalizaran, es decir, se asentaran en el extranjero habiendo recibido incentivos o subsidios del Estado. Este podría ser otro de los puntos en debate estas semanas junto con la desregulación del marketing de apuestas deportivas.
El gobierno ahora dictaminará que el 1% de los contratos entre clubes de fútbol y casas de apuestas sea destinado a la reparación de estadios con problemas y para la construcción de nuevas instalaciones. También se enviarán fondos al fútbol formativo y a campañas de prevención de la ludopatía.
Señales de una regulación que está acabada
Además del caso del Inter, ha habido otros ejemplos de que las casas de apuestas y la Serie A ya estaban en contacto. El más evidente es el del operador LeoVegas, de sólida presencia en Italia. Fue el precursor en la camiseta del Inter, pero lo consiguió por otra vía.
Dado que no estaba permitido el patrocinio de apuestas deportivas, puso en la indumentaria a su afiliado en los medios, LeoVegas News.
En cuanto a las transmisiones deportivas, es cierto que no está permitido anunciar abiertamente. Sin embargo, en la mayoría de los encuentros televisados, se pueden ver barras laterales con las cuotas de algunas casas de apuestas promocionadas.
El fin de las prohibiciones da cuenta del estado real del negocio en Italia. La postura de la actual administración es aprovechar de las contingencias para darle más fondos al deporte. Algo que los clubes aprueban casi con unanimidad.
Una parte del contexto que no juega a favor
Así y todo, las decisiones han sido tomadas sobre el recuerdo fresco de los escándalos por apuestas ilegales, protagonizados por futbolistas de la selección italiana. Se trata de los casos de Sandro Tonali, Nicolo Zaniolo y Nicola Fagioli, que se transformaron en la cara visible de la ludopatía en el fútbol profesional.
Los jugadores admitieron haber realizado apuestas deportivas, algo que está prohibido tanto en el reglamento de la FIFA como en el de la UEFA. La restricción no toma en cuenta los partidos que dispute el jugador, sino cualquiera que se organice bajo las reglas oficiales de los torneos.
Aun más resonante a escala global ha sido la causa sobre Lucas Paquetá, el futbolista brasileño que se desempeña en el West Ham de la Premier League inglesa. El jugador se habría hecho sacar amarillas para beneficiar a amigos y parientes, entre ellos a su hermano.
Además de las penas judiciales, la Premier League podría darle 10 años de sanción, con lo que se perdería el resto de su carrera.
Para empeorar el asunto, estas apuestas ilegales habrían sido gestadas en el marco de una red, que involucraba al tío de Paquetá. Esta misma persona también se habría puesto en contacto con Luiz Henrique, brasileño que juega en el Tolentino de Italia, para arreglar tarjetas amarillas.
En España, aún hay una investigación abierta a Kike Salas, jugador del Sevilla, acusado de la misma infracción que Paquetá. Las fuerzas de seguridad detuvieron al futbolista, quien no ha hecho de declaraciones. Desde LaLiga también han pedido prudencia mientras se investigan los cargos.
Un contexto complejo en Europa para la vinculación entre el fútbol y las casas de apuestas. El modelo de Italia pondrá en foco esta problemática, en una experiencia que seguramente sirva para los países vecinos.