Hipódromos: el debate acerca del sobrevuelo de los drones
Las carreras de caballos son uno de los mercados emergentes de apuestas en España. En el Reino Unido, en cambio, son una de las disciplinas que más interés despiertan en la audiencia. Tanto es así, que muchos aficionados siguen las carreras mediante imágenes proyectadas por drones que sobrevuelan las carreras. Los dueños de los hipódromos se quejan por estas intromisiones.
La competencia por la imagen
En el Reino Unido, las carreras de caballos tienen números similares a las competencias futbolísticas de élite. Este entusiasmo difícilmente encuentre su réplica en otros lugares. En España, la afición es bastante menor, y esto hace que la oferta de hipódromos sean más pequeña.
Tal es la preponderancia de las carreras en el país insular que hay empresas que brindan servicios de streaming mediante drones. Esto tiene la ventaja de llegar algunos segundos más rápido que el servicio usual de las casas de apuestas, e incluso con menos demora que las transmisiones radiales. ¿Cuál es la relevancia de esto? Pues bien: los apostadores que juegan en vivo tienen una mejor perspectiva sobre el devenir de la carrera.
Las competencias suelen ser transmitidas por Racing TV o Sky Sports Racing. Quienes tienen acceso a las retransmisiones de las casas de apuestas, pueden tener al menos un 0,5 segundos de latencia en comparación con las imágenes de las cadenas televisivas. Los drones superan toda la competencia en conectividad, pues sus imágenes pueden llegar hasta 3 segundos antes que las demás.
En una carrera de caballos con apuestas en vivo, 3 segundos pueden ser determinantes, en especial en estos certámenes que duran pocos minutos. La ventaja de los usuarios que acceden a las imágenes por drones puede ser crucial para ganar una apuesta. Esto juega en detrimento de los canales de transmisión clásicos, y por supuesto, de los intereses de los dueños de los hipódromos.
Contienda por el uso de drones
Los drones no pertenece a los hipódromos sino a empresarios externos que explotan las imágenes. La importancia de esos segundos de latencia en la transmisión es tan importante que podría desencadenar en una puja legal. Así lo anunciaba en 2021 el director ejecutivo del Hipódromo de Brighton, en consonancia con las patronales del rubro.
Los equipos que sobrevuelan las carreras no son de amateurs, sino que son drones profesionales que cuestan entre €20.000 y €30.000. Requieren una licencia para volar en el Reino Unido, y están siendo utilizados con fines comerciales. Sin embargo, como reconocen los dueños de los hipódromos, no hay una veta legal por la cual impedir que vuelen por los predios de carreras, ni tampoco que tomen filmaciones.
La empresa FoxFly ya anunció por Twitter un servicio de transmisiones en directo de carreras de caballos. La explotación de este recurso le granjearían entre €7.000 y €14.000 por semana. Los representantes de los hipódromos ven cómo se les pierde un negocio jugoso, en tanto que las empresas de drones están listas para dar una batalla legal para quedarse con las transmisiones de mejor calidad.
Otro de los puntos más problemáticos es que las empresas de drones les pagan a los vecinos de los hipódromos para dejar que los equipos monten vuelo desde sus viviendas. Mientras que algunos ven una violación a la propiedad intelectual, otros ven el ejercicio del libre comercio.
España, unos pasos por detrás del Reino Unido
Si bien las apuestas deportivas son el rubro que más se mueve en los operadores españoles, las carreras de caballos no son la disciplina más popular ni por asomo. Aun así, en los últimos años se vieron varios avances en la organización de hipódromos y la difusión de las apuestas a caballos.
En el 2007 se constituyó la Asociación de Sociedades Organizadoras de Carreras de Caballos, que nuclea seis grupos, dueños en total de siete hipódromos. Este organismo sin fines de lucro le ha dado un sentido de unidad al sector, así como un mayor grado de institucionalización.
La particularidad en las apuestas a caballos en línea es que a partir de la pandemia sus números se duplicaron. Esto no hace que el deporte se convierte en uno de los más voluminosos, ya que es superado por varios otros, pero al menos aporta índices de entusiasmo por parte de la audiencia. Los principales hipódromos de España tiene como objetivo alcanzar las cifras y los volúmenes de juego de otros países, donde las carreras tienen más preponderancia cultural.