Panamá: el sector del juego trabaja buscando su mejor versión
Los índices de crecimiento del juego en Panamá son significativamente mejores que en 2022, y la crisis provocada por la pandemia ha quedado por completo atrás. Sin embargo, según distintos representantes de la industria en el país, los índices de desarrollo que se veían en el 2019 solo podrán ser superados para el 2025, con el impulso del turismo.
Recuperando el ritmo pre-pandemia
Sin lugar a dudas, Panamá fue una de las economías más golpeadas por la crisis de Covid desatada en 2020. Al tratarse de un país centrado en el desarrollo del turismo y sus industrias afines, el congelamiento de hoteles y casino significó un duro revés, tanto para los privados como para el Estado. Ahora, con la reactivación de todas las actividades, los índices parecen haberse estabilizado.
Así lo ha confirmado el Director General de la Junta de Control de Juegos (JCJ), Manuel Sánchez, quien señaló que el sector del juego ha retomado sus indicadores del 2019. También destacó que, desde el aparato público de control, esperan conseguir que los ingresos de juego suban entre 10 y 12% este año. Con esto, las recaudaciones del sector volverían a sus balances récord, como era normal antes de la crisis.
Si bien desde la JCJ esperaban estar al 100% de la actividad para este momento del año, Sánchez ha indicado que aún están en un 99%. Los anuncios realizados durante la 7ª Cumbre Iberoamericana del Juego de este año resultaron demasiado optimistas, aunque el camino de la recuperación parece cada vez más sólido. La industria de las apuestas en Panamá es fuente de trabajo para aproximadamente 100.000 personas.
Sánchez ha destacado que el año pasado se llegaron a apostar US$2,5 mil millones, y que el balance del 2023 mostrará sumas superadoras. La JCJ también apuntalará el área de juego responsable, con la instalación de Centros de Prevención y Atención de la Ludopatía, en colaboración con los operadores de juego de Panamá. Estos centros brindarán atención clínica y psicológica de manera gratuita. Las primeras dos instalaciones fueron inauguradas en San Miguelito y Bella Vista.
Algunos reparos de los representantes de la industria
Desde algunos sectores del empresariado panameño no hay un consenso total sobre el nivel de recuperación. Si bien es evidente que los vientos son más favorables para el juego, no todas las áreas se habrían conseguido desarrollar en igual medida luego del Covid.
Así lo ha manifestado Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (Asaja), quien señaló que, a pesar de la recuperación, la industria no ha recobrado su impulso pre-pandemia. En su parecer, se tratará de un proceso más largo, y los índices del 2019 recién podrían volver para el 2025.
Para Alfaro, hay dos claves en la ralentización en la industria del juego: la primera es el estancamiento de la economía local; la segunda, la baja en el turismo. En efecto, luego de la pandemia, Panamá no ha logrado que su población mejorara el nivel de vida ni la capacidad de consumo, lo cual en cierta forma impacto sobre las áreas del entretenimiento y el ocio. En cuanto al turismo, se trata de un mercado con altibajos, que a pesar de haber retomado todas sus funciones hace tiempo, aún no recobró su ritmo de progreso.
El director de Cirsa Panamá, William Downing, también se expresó sobre el tema. Según los índices de su empresa, las 33 salas que dispone en el país no han recobrado la intensidad previa al 2020. Así y todo, destacó que, al cierre del mes agosto, las cifras del 2023 se muestran mucho mejores que las del 2022.
Un sector central para el desarrollo económico
Panamá representa la décima economía de América Latina, y ha estado muchas veces en el top 10 de los países más desiguales del mundo. A partir del nuevo milenio, su PIB creció de manera significativa por el estímulo de la industria del entretenimiento, impulsada por el turismo. Hoy en día, el desarrollo de estas actividades es fundamental para generar puestos de trabajo y atraer divisas para las reservas del país. Por eso es que los vaivenes han tenido cierta incidencia en las capas más bajas de la sociedad, que acaba pagando el precio de todas las crisis.
Cada año, el sector del juego paga en promedio unos US$10,7 millones al servicio de seguridad social, además de desembolsar unos US$90 millones en salarios para los funcionarios en relación de dependencia, la misma suma con la que contribuye anualmente al Tesoro Nacional.
Ahora, con el desarrollo del juego online, nuevas oportunidades se están abriendo en Panamá. No obstante, el ingreso de plataformas clandestinas ha llamado la atención de las autoridades, por lo que se esperan ajustes en la regulación, tal como está sucediendo en toda América Latina. El desarrollo de las apuestas deportivas, en particular, podría representar una importante fuente de ingresos para el sector.