En Colombia hay más de 600 procesos de investigación abiertos que podrían derivar en sanciones para operadores de juego clandestino en formato localizado. En lo que va del año, la autoridad de control del Estado, Coljuegos, ha auditado unas 28.000 máquinas de tragamonedas en todo el país.
Hay 681 proceso sancionatorios a juegos sin licencia
El mercado de juego colombiano es uno de los más consolidados de América Latina. Eso no solo se debe a que el país fue el pionero en la regulación de las apuestas a distancia, sino también a la actividad de su autoridad de control por mantener altos estándares de seguridad.
En su sitio web, Coljuegos ha publicado un boletín donde se informa sobre los 681 procesos administrativos orientados a sancionar a los operadores clandestinos. Esto incluye juegos localizados, promociones, sorteos y rifas que no disponen de la habilitación obligatoria para sus funciones.
Desde Coljuegos han resaltado el hecho de que la explotación ilegal de juegos y apuestas implica una pérdida de ingresos para el sector de la salud. Colombia se caracteriza por destinar las contribuciones fiscales de casinos, bingos, tragamonedas y plataformas online a esa área.
El presidente de la autoridad, Marco Emilio Hincapié, ha calculado el volumen del juego clandestino de Colombia en 1,5 billones de pesos colombianos. El desmantelamiento de esas redes ilegales se ha convertido en un objetivo central para Coljuegos, en función de garantizar los derechos de los operadores legales.
Del total de procesos abiertos, 621 corresponden a denuncias realizadas por la ciudadanía, en las que se informó de juegos en situación de irregularidad. Esto incluye ruletas, módulos de apuestas deportivas online, máquinas de azar y bingos.
La entidad invita a denunciar cualquier conocimiento de juegos ilegales en el territorio colombiano, a través de su dirección de correo electrónico: denunciealilegal@coljuegos.gov.co. Desde Coljuegos se intenta formar la consciencia de que las ganancias de los operadores sin licencias representan pérdidas para hospitales y centros de salud pública.
Una actividad constante para defender las garantías
Entre los pasos que ha tomado Coljuegos durante el año se cuentan las 25 investigaciones a operadores localizados, en cuyas instalaciones habría máquinas tragamonedas sin el debido registro. Aunque los casinos cuenten con habilitación, cada una de las máquinas debe tener su licencia.
En cuanto a las rifas y sorteos promocionales, la autoridad está trabajando en 35 procesos. Se trataría de juegos que no habrían pagado los derechos de explotación, además de haber pasado por alto los aranceles administrativos correspondientes.
Tan solo en los seis primeros meses del 2024, Coljuegos abrió 485 procesos sancionatorios a operadores de juegos localizados. En este caso, indicarían la evasión de los derechos para usufructuar la actividad, junto con la falta de pago de los impuestos obligatorios por ley.
Mario Emilio Hincapié ha declarado que las pérdidas fiscales por esas omisiones de pagos podrían llegar a los 2.300 millones de pesos colombianos. También explicó que las investigaciones son parte del seguimiento que se le realiza a todos los operadores habilitados.
Esta campaña está acompañada de una serie de pactos por la legalidad que Coljuegos ha firmado en distintas partes del país. La intención es que las instituciones regionales colaboren con la detección y la erradicación de las ofertas de juego clandestino.
Una autoridad que se toma en serio sus funciones
Desde Coljuegos han descripto su estrategia contra la ilegalidad como un “plan de choque”, puesto que se caracteriza por su postura frontal y combativa. En particular, la mira está puesta en las plataformas y operadores, tanto físicos como digitales, que funcionan sin licencia.
Sin embargo, los controles que la institución realiza sobre los concesionarios registrados también forman parte del plan reglamentario. Tras recibir la licencia de habilitación, las empresas están sujetas a inspecciones y seguimientos por parte de Coljuegos, en virtud de comprobar que se acaten las reglas pautadas.
En esto el mercado de juego colombiano difiere en gran medida del de otros países de América Latina. En Argentina, por ejemplo, tras legalizarse las apuestas online en distintas provincias, las autoridades han permanecido indolentes ante el avance del juego ilegal. Esto ha perjudicado a plataformas legales y a usuarios.
En Chile y Paraguay, en cambio, aún existen modelos monopólicos del juego online, en tanto que el juego presencial está en muy pocas manos. Las autoridades están en pleno proceso de modernizar sus sistemas, aunque se muestran reticentes a abrir el mercado a más actores.