La Comisión de Prevención de Adicciones de la Cámara de Diputados de la Nación ha analizado 11 proyectos de distintos partidos políticos sobre la ludopatía. La proliferación de las plataformas clandestinas y la masificación de la publicidad han sido algunos de los puntos centrales.
La adicción al juego aumenta entre los menores de edad
Las distintas reglamentaciones de juego online en las provincias argentinas parecían haber llevado claridad tanto para usuarios como para operadores. Lejos de eso, hoy en día se vive un desconcierto en el que los sitios ilegales se mezclan con aquellos que tienen licencia, en una vorágine de publicidad.
Tanto es así que ya hay 11 proyectos presentados en la Cámara de Diputados de la Nación, provenientes de diversas fuerzas políticas pero con dos tónicas constantes: el inicio de restricciones publicitarias y el aumento de las barreras para impedir las apuestas entre menores.
A fines del mes de mayo, la Comisión de Prevención de Adicciones trató el tema, abordándolo desde diversas perspectivas. Entre los disertantes se encontraron representantes de la Cámara de Diputados, así como el Monseñor Ojea, conectado de forma digital. Todas las opiniones coincidieron en la necesidad de actuar de manera sumaria.
Uno de los ejes de la reunión fue el incremento en las apuestas online dentro de la escuela. Los menores de edad se conectan con “cajeros” que ofician de intermediarios; incluso muchos adolescentes han comenzado a trabajar en esa posición.
Los “cajeros” conforman una suerte de estructura de estafa piramidal. Solo tienen ganancias cuando sus usuarios pierden dinero en apuestas; las ganancias salen de sus propios bolsillos. Esto ha llevado a que muchos adolescentes se beneficien con las pérdidas de sus propios compañeros de escuela.
Por pedido de la presidenta de la Comisión de Prevención de Adicciones, Mónica Frade, estos temas se volvieron a tratar el 11 de junio en un plenario junto con las comisiones de Legislación Penal, Comunicaciones e Informática, y Acción Social y Salud Pública, donde se repitieron las mismas preocupaciones.
La palabra de los diputados de la principal fuerza opositora
Micaela Morán, perteneciente a Unión por la Patria, dejó un dato contundente: 18 de las 24 plataformas de juego online más visitadas de Argentina no tienen licencia. Esto marca la prominencia de las apuestas clandestinas en el país.
Los sitios sin habilitación no brindan garantías sobre ejes determinantes como la transparencia de los resultados, la protección de datos y, por supuesto, la verificación de la edad, lo cual permite que ingresen menores.
Morán también advirtió que las plataformas de apuestas digitales han pisado con fuerza en América Latina luego de que se les impusieran restricciones estrictas en Europa. Por ejemplo, en España hay límites claros para los anuncios, en tanto que en Países Bajos la publicidad del juego online se eliminó por completo.
La diputada aseguró que una de las puertas de ingreso de los menores al juego son los influencers en las redes sociales. Es un fenómeno muy difundido: se trata de publicidades pagadas por firmas de juego que se disfrazan de recomendaciones independientes.
Morán dejó otro dato significativo: entre 2021 y 2023, las plataformas de apuestas digitales invirtieron unos 11 mil millones de pesos en publicidad, sin contar su gasto en Google. El 97% del marketing está ejecutado solamente por 10 operadores.
Eduardo Toniolli, de la misma fuerza política, retomó el tema de las billeteras virtuales. Estas herramientas, de las cuales Mercado pago es la más popular, permiten que los menores se endeuden sin preguntar motivos ni razones.
Asimismo, Toniolli, quien ya presentó un proyecto de regulación publicitaria, señaló que la irrupción de las apuestas online ha traído una falta de transparencia notoria en el deporte. Apuntó a los amaños, tales como jugadores de fútbol que dejan salir una pelota o se hacen amonestar, incitados por terceros.
A esto, Toniolli se sumó el peligro que representaría el paso de los clubes a Sociedades Anónimas Deportivas, tal como impulsa el gobierno de ultra derecha de Javier Milei. De esa forma, el Estado perdería toda la incidencia en las decisiones de las instituciones deportivas.
Dos visiones enfrentadas sobre la regulación del juego
Por su parte, Romina del Pla, del Frente de los Trabajadores, remarcó que el principal problema es que las apuestas online se regularon en distintos distritos, como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza, pero las autoridades de juego no implementaron sus medidas de control tal como estaba previsto.
Esto ha generado un entorno de juego online completamente desregulado, en donde las plataformas con licencia se equiparan a las clandestinas, sin que ninguna autoridad intervenga. Del Pla se pronunció en contra de la habilitación del juego en general, en tanto que genera hábitos de juego allí donde no existían.
La diputada mostró redacciones de alumnos de escuela secundaria de entre 16 y 17 años, en los que ellos mismos contaban sus problemas con el juego y su experiencia con “cajeros”.
Del otro lado del frente político, la diputada Silvana Giudici dejó asentado que el negocio de las apuestas online mueve US$130 mil millones a nivel global. Así pues, su postura es que cualquier regulación debe ser respetuosa con el mercado.
De todas formas, a pesar de su inclinación por la libertad de las empresas, Giudici sacó a relucir un dato alarmante: el 12,5% de los apostadores online de Argentina tiene entre 12 y 15 años.
Lluvia de proyectos para restringir el acceso de menores
En Argentina, el organismo que tiene capacidad para dar de baja las publicidades no autorizadas es Enacom. Sin embargo, esta entidad no tiene competencia en ciertos ámbitos de internet, donde imperan reglamentas internacionales. Esto es un problema sin resolver para los diputados nacionales.
Entretanto, en la Ciudad de Buenos Aires ha ganado popularidad un proyecto para bloquear los sitios de apuestas dentro de las escuelas. Resulta curioso, puesto que los menores de edad, de acuerdo con la ley vigente en la capital, tendrían prohibido el acceso a estas plataformas en cualquier lugar.
En la Provincia de Buenos Aires también ha habido intentos de disuadir a los jóvenes de jugar, pero la pasividad del Instituto Provincial de Loterías y Casinos (IPLyC) es solo comparable a la de LOTBA, su par de la Ciudad. Ningún organismo parece tomarse en serio su labor.
La bajada de línea del gobierno nacional tiende a minimizar el rol del Estado en todas las áreas de la vida. De esa forma, las competencias y facultades sobre la actividad de operadores legales o clandestinos quedan cada vez más libradas al puro azar.