Si estás buscando dónde vivir en España, seguramente tengas que enfrentarte a un aluvión de estafas con el alquiler de pisos, un ciberdelito en crecimiento. En este artículo te cuento mi experiencia al mudarme de Argentina a Barcelona y buscar vivienda, con algunos consejos para evitar timos.
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Las estafas con alquileres de pisos perjudican sobre todo a jóvenes y a inmigrantes.
Alquilar un piso en España: una de las peores caras del mercado
Soy uno de los miles de argentinos que, empujados por la crisis social y económica de nuestro país, decidió buscar nuevos horizontes. El año pasado, aprovechando mi ciudadanía italiana, empecé a echarle una mirada a Europa.
España, ¿por qué no? Y más precisamente, Barcelona. Buenos amigos ya instalados, algunos parientes dando vueltas, el mar, las montañas. ¿Qué puede salir mal?, dijimos mi pareja y yo.
No nos esperábamos encontrarnos con un obstáculo surreal: las estafas en el alquiler de pisos. Sabíamos que la situación de vivienda en España es complicada, pero, después de todo, ¿dónde no lo es?
En ese momento no teníamos idea. Con el paso del tiempo, y la desesperación por encontrar un piso en aumento, descubrimos nuevos arrabales de la miseria humana.
El primer paso: que te corten la cabeza con un alquiler temporario
Para llegar a Barcelona decidimos no ponernos demasiado meticulosos y alquilar algo temporario. Los pisos a largo plazo piden requisitos como nóminas de varios años, cosa que, en mi condición de inmigrante, aún no tenía.
Así pues, alquilamos un rinconcito en el Poble Sec, un cuadrado de cemento bajo un parking que a todas las luces había sido un consultorio odontológico o una agencia de seguros, por un precio de casi el doble de su valor. “Lo que ofrece el mercado”, nos dijeron nuestros amigos.
Un timo en sí mismo, aunque aceptado. De hecho, una de las estafas en el alquiler de pisos que más se repiten es la oferta de viviendas por corta estancia a un precio desorbitado, algo prohibido por ley.
Pero viendo que incluso nuestros amigos catalanes tenían problemas para encontrar algo digno a largo plazo, consideramos esta opción como algo potable. Sin saber lo que venía después.
Lancé mi ingenuo posteo: la famosa botellita en el mar. “Busco piso”. La repetí en distintas redes, de distintas formas, con y sin foto. Para mi sorpresa, pronto me comenzó a contactar gente.
Y que comiencen los juegos del hambre
Es que la verdadera pesadilla de las estafas en el alquiler de pisos comienza al buscar un contrato permanente. En los portales especializados se piden requisitos altísimos: años y años de nóminas, contratos laborales, referencias, pelos y señas. Oigan, yo recién llego de Argentina, apenas conozco la panadería del barrio.
Así y todo, Idealista, el sitio más visitado de su rubro, reportó que el 17% de las viviendas publicadas en el tercer trimestre del año pasado se alquiló en menos de 24 horas. Un dato que habla de una necesidad urgente del lado de los inquilinos.
Por eso fue que continué mi búsqueda en redes sociales. Enseguida noté que en espacios como los grupos de Facebook son infinitamente más numerosas las publicaciones de quienes buscan que de quienes ofrecen.
De todas formas, lancé mi ingenuo posteo: la famosa botellita en el mar. “Busco piso”. La repetí en distintas redes, de distintas formas, con y sin foto. Para mi sorpresa, pronto me comenzó a contactar gente.
Si no fuera porque me dedico a investigar sobre el tema, quizás no me habría dado cuenta de que se trataba de estafas en el alquiler de pisos. El primer punto sospechoso fue el aluvión de mensajes ofreciéndome, por privado, ayuda, contactos, inmuebles. Cuánta generosidad, pensé.
El segundo punto fue la coincidencia de que la mayoría de esos perfiles de redes eran de personas extranjeras. Señoras francesas, señores italianos, muchachos asiáticos, crypto-traders suizos. Vaya arrendatarios catalanes, me dije.
El modus operandi también me resultó muy claro. En general, no me ofrecían una vivienda propia, sino que me hablaban del piso que estaban dejando o que habían habitado. Luego de ponderarlo lo suficiente, ponían a mi disposición el número del propietario directo.
Ya olía lo suficiente a cierta tipología de estafas inmobiliarias por el alquiler de viviendas en zonas gentrificadas. Y así era. El siguiente paso era ponerme en contacto con estos dueños. Invariablemente, la comunicación era a través de WhatsApp, con personas que usaban números de Francia o de Italia.
En todos los casos, estas personas comenzaban la negociación enviando fotos de un inmueble pintoresco y amueblado, garantizando un precio bastante por debajo de lo que se ve en Idealista. Otro dato que me hizo sospechar, porque sé que los estafadores juegan con la ilusión de la gente.
El tono de estos arrendatarios es bastante directo y malhumorado: invitan a ver la propiedad tal día y a tal hora, pero a cambio hay que hacer un depósito, porque ellos no están dispuestos a viajar a Barcelona para perder el tiempo. “Ya me ha pasado otras veces que la gente no asiste”, me decían.
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Chat verificado de WhatsApp.
Material suficiente para que suenen todas mis alarmas y que este contacto quede permanentemente bloqueado. Estaba clarísimo que esto era parte del nuevo mundo de estafas de alquileres por Internet.
Lo comprobé cuando la modalidad se repitió en distintas lenguas: inglés, italiano, portugués, según el grupo de Facebook donde buscara. Efectivamente, es una de las formas más comunes de estafa en el alquiler de pisos en Barcelona, especialmente dirigida a inmigrantes.
Conseguir un propietario directo es condición casi necesaria de quien busque un alquiler sin nóminas, es decir, de la mayor parte de los extranjeros que recién llegan a España.
¿Sabes quién ha sido el principal comprador de inmuebles en Europa durante la última década? Obviamente: los fondos de inversión de riesgo, también llamados fondos buitres.
Esto quiere decir que estas estafas con el alquiler de pisos perjudican sobre todo a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. Bueno, por ese lado, ninguna novedad. Después de todo, ¿sabes quién ha sido el principal comprador de inmuebles en Europa durante la última década? Obviamente: los fondos de inversión de riesgo, también llamados fondos buitres.
Cómo evitar estafas en alquileres
Si estás buscando piso en España, lo primero que debes hacer es armarte de paciencia. Es una situación muy difícil, pero la ansiedad puede llevarte a un puerto aún peor. Aquí te dejo algunos tips para reconocer y evitar timos en alquiler de pisos:
- Desconfiar de los precios demasiado bajos.
- Nunca pagar por adelantado sin firmar el contrato.
- No pagar un depósito para ver el inmueble.
- Sospechar de propietarios con número extranjero y apuros con el pago.
- Jamás utilizar servicios anónimos como Western Union y MoneyGram.
Ahora sí: a no desalentarse y a continuar con el mantra: “Busco piso”.