La Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) espera recaudar unos 80 millones de soles al año (US$21 millones) en impuestos. Esto implica el gravamen del 12% sobre la utilidad neta y el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), cuya designación es motivo de controversia en el sector.
El Impuesto Selectivo al Consumo en Perú genera rechazo entre el empresariado del juego.
Predicciones sobre la contribución fiscal del juego online
Con el comienzo del año, las empresas dedicadas a la explotación de juegos y apuestas online debieron inscribirse en el registro tributario para comenzar a pagar impuestos. Es un paso más en la implementación de la ley para regular el sector, que se puso en marcha en el 2024.
El fisco espera ver una recaudación de 80 millones de soles (US$21 millones) para fines de año. Así lo anunció el titular de la de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), Víctor Mejía, en declaraciones con el medio RPP.
El funcionario especificó que los pagos comienzan este mes, y eso permitirá tener aproximaciones más precisas a los ingresos impositivos de las casas de apuestas y los casinos online de Perú. Se trata de un negocio que está en marcado crecimiento, con una masiva presencia publicitaria.
Al momento de sus declaraciones, el jefe de la Sunat indicó que tan solo 3 empresas de las muchas que operan en el país estaban inscriptas en el registro. Aun así, sus expectativas eran positivas. A pesar de ello, las autoridades siguen a la espera de que se registre la gran mayoría de las plataformas.
Ya el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) hizo público que hay más de 60 empresas autorizadas para la explotación de juegos y apuestas online en Perú. Una de las causales para la revocación de la licencia puede ser el incumplimiento en el pago de impuestos.
Desde el primer día de esta mesa, la Sunat puso a disposición el Formulario Virtual N° 696, que las empresas deben llenar con su declaración de ingresos. Es un documento que se subió al portal de Sunat Operaciones en Línea (SOL) y que será la clave en la relación de los operadores con el Estado.
Sobre los impuestos que deben pagar las plataformas de juego online
Conforme lo establecido en la Ley n.° 31557, aprobada en octubre del 2023, los operadores de juegos de azar y apuestas deportivas online deben pagar un canon anual correspondiente al 12% de sus ingresos netos, contabilizados en la totalidad de los ingresos menos los premios entregados.
Este es un porcentaje de impuestos que se ajusta a la media de la región. El 75% de esa contribución se utiliza en políticas de fomento a la industria del turismo, mientras que el 25% restante va para los gastos de fiscalización.
El canon anual no ha sido motivo de controversia en el empresariado. Distinto es el caso del Impuesto Selectivo al Consumo (IPC), impuesto en la última parte del año pasado, como parte de una reforma impositiva integral impulsada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El IPC corresponde al 1% de cada apuesta realizada. Ante esta perspectiva, las empresas de juego online han puesto la voz en el cielo, indicando que representará un aumento en los costos de explotación.
En consecuencia, el producto que ofrecen puede volverse menos atractivo, por no contar con premios cuantiosos. Esto favorecería a las plataformas ilegales, que no pagan impuestos y cuentan con una enorme flexibilidad en materia de bonos, jackpots y promociones.
El temor de siempre es que, ante cada ajuste del gobierno, el público se vuelque a las páginas clandestinas. Hasta el momento, no ha sucedido. La facultad de perseguir y bloquear los sitios sin licencias es de Mincetur, que ya ha conseguido identificar y clausurar numerosos dominios.
El IPC se sostiene sobre los casinos y casas de apuestas digitales en virtud de que los operadores tradicionales siempre lo han pagado. De esta forma se establecerían condiciones más equivalentes entre rubros afines.
No obstante, para algunos expertos en derecho el IPC no puede volverse efectivo porque implica la aplicación de una contribución fiscal sobre una industria que no fue contemplada al momento de crear esa contribución. Así lo expuso Durán Rojo, un afamado tributarista, en el medio La República.
En otras palabras, lo que se indica es que el juego online no existía cuando se reglamentó el IPC. Es una actividad que surgió con posterioridad, y por eso merece un tratamiento impositivo aparte.
Las empresas perciben el crecimiento del negocio
El mercado peruano se vuelve cada vez más interesante para las grandes firmas multinacionales de juegos y apuestas. Es una realidad que se vuelve evidente ante la magnitud de las inversiones realizadas con el fin de establecerse entre las opciones preferidas.
Uno de los gigantes de España, Cirsa, ha puesto manos a la obra con la adquisición del 70% de Apuesta Total, con vistas a comprar el restante 30% este año. Se trata de uno de los operadores más prominentes de Perú, sponsor de varios clubes de fútbol, además de la Liga Femenina.
Por su parte, Betsson, la empresa sueca, recibió tres permisos por parte de Mincetur, que corresponden a la plataforma homónima, a Betplay y a la local Inkabet, comprada el año pasado. La firma se aseguró una porción más que considerable del mercado, cubriendo todas las verticales existentes.
La experiencia regulatoria de Perú ha sido una de las tantas que se han visto en América Latina en la última década. Con la implementación de la carga impositiva se da un importante paso. La siguiente preocupación de las autoridades es el aumento de la responsabilidad social de las empresas, con vistas a programas más sostenibles de explotación.